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Foto del escritorFelisa Redondo Valín

Esther Castedo: "Yo voy día a día, mis sueños son diarios, son asequibles para mí."

La jugadora lucense vuelve a casa y renueva con el Ensino Lugo

 

🎤ANA AMOR ARIAS



Esta joven promesa renovó con el Ensino Lugo la temporada 23/24. Cuatro años después de estudiar y vivir el baloncesto norteamericano en las filas de la Robert Morris University, la lucense volvió a casa la temporada pasada para jugar en la máxima categoría con el equipo que le formó como jugadora.

¿Cómo recuerdas tus inicios en el baloncesto?


Probé muchísimos deportes, pero al final el baloncesto fue el que más me gustó, el que mejor se me daba y donde tenía más amigos. Empecé en el baloncesto por culpa de mi hermano. Yo era un poco terremoto, no podía estar quieta, así que, cuando mi hermano iba a entrenar, yo siempre estaba por los laterales de la pista con un balón. Al final seguí con el baloncesto porque era lo que más me llenaba.


¿Cuándo te diste cuenta de que podías ser profesional?


Yo, como todos los deportistas, soñaba en poder llegar al máximo nivel, jugar con los mejores de tu país o de tu liga. Por eso, en mi último año en la categoría junior cuando vi que tenía varias ofertas para irme a Estados Unidos o de quedarme en España y jugar ya de manera profesional fue lo que me dio pie a pensar que sí me podía dedicar al baloncesto.


¿Cómo surgió la opción de marcharte a Estados Unidos?


Surgió por esas ofertas que tuve. A mí me gusta mucho explorar, viajar, quería aprender inglés e irme a Estados Unidos era una manera de hacer las dos cosas, tanto de tener una carrera, formarme académicamente, como de seguir dedicándome al deporte que quiero. Era una oportunidad que no podía desaprovechar, además, tenía todo pagado y al final España siempre va a estar ahí. Siempre dan ganas de volver a casa, pero yo quería irme de casa, quería ver cómo era jugar en otro país con otra cultura, con otro idioma y ver cómo me desenvolvía allí yo sola.


¿Cómo recuerdas tu experiencia allí?


La recuerdo con muchos altibajos. El primer año obviamente es duro, te vas de casa, echas de menos a tu familia, a tus amigos, tu casa, las cosas que ya conoces, pero es un poco adaptarte, echar para adelante, como digo yo ``echar un poco de ovarios ́ ́ y aguantar esos primeros meses hasta que consigues entenderte con el idioma. Aunque el idioma no fue lo que más me costó, pero sí me fastidiaba no entender todo lo que me decían. Después de dos o tres meses ya no tienes problema con el idioma, entiendes sus horarios, sus costumbres...


¿Qué fue lo que más te sorprendió?


Lo que más me sorprendió fue el horario. Normalmente en España se entrena por la tarde, después de ir a clase y de hacer los deberes. Allí no. Allí yo a las 6:30 de la mañana ya estaba en el pabellón así que me levantaba sobre las cinco de la mañana. Me sorprendieron también otros horarios, como los de la comida. Comía a las once o doce y a las seis ya estaba cenando. Eso fue lo que más me costó, porque a las nueve de la noche, después de haber cenado a las seis ya tenía hambre otra vez. Aparte del horario, en España somos muy de comida sana y aunque sea comida rápida no se nota tanto, pero al llegar allí, sobre todo el primer año que vivía en una residencia y no tenía cocina, ver que toda la comida tenía muchísima mantequilla y grasas me costó. Eso se nota a la hora de jugar, no tienes tanta variedad de comida para escoger y esto me sorprendió mucho.


¿Cómo es jugar en una universidad americana? ¿Es como en las películas?


Es una pasada. A mí me pareció como en las películas, en mayor o menor escala yo me veía ahí como si estuviera en la película High School Musical pero sin los números de cantar y bailar. Todo lo que tienen allí es increíble, la gente, las animadoras en los partidos, las clases son como te las ponen en las películas, las cafeterías... Al principio sentía que en cualquier momento se iban a poner a bailar y yo no sabía el baile. Se nota que tienen más dinero, que tú juegas para una universidad y la gente siente esos colores y te va a animar. Además, con respecto a los viajes y el equipamiento, es mucho mejor y eso es lo que falta en España. Allí el deporte lo toman como prioridad, aquí no.


¿Qué diferencias encontraste en el juego respecto con España?


Al final es baloncesto, es verdad que ellos le dan más prioridad al estado físico, al gimnasio, las pesas, el tiro, el juego es un poco más tranquilo y es un baloncesto mucho más físico. Aquí en España es un baloncesto más rápido, más vivo, más alegre. A mí me gustó en el aspecto de que nunca había hecho tantas pesas, nunca he trabajado tanto en mi físico y quizás esto me ayude en el futuro. Yo lo tomaba como otro paso en mi carrera para seguir formándome.


¿Por qué tomaste la decisión de volver?


Después de cuatro años de carrera decidí volver a casa. Me quedaba un año extra, pero todos mis amigos se graduaban y sabía que allí ya no quería estar, quería volver a casa. Cuando me llamó el Ensino para fichar no me lo pensé.


¿Cómo valorarías esta temporada en el Ensino?


La valoro muy positiva. A nivel personal he crecido muchísimo, me ha gustado mucho la competición. Todos los equipos estamos a la par, no te puedes relajar porque en cualquier momento ganas o pierdes y con eso aprendes mucho. Tienes que crecer mentalmente y físicamente. Al final cumplimos el objetivo que era no descender.


¿Qué le falta a la liga femenina para ser considerada profesional?


Yo creo que tiene que respetar que haya un salario mínimo y que ese salario mínimo sea de doce meses. A nosotras los cuatro meses restantes que no estamos jugando tenemos que pagar con nuestro dinero a nuestros preparadores físicos, psicólogos, nutricionistas para llegar a la siguiente temporada en una forma física buena, porque eso es lo que te piden.


¿Qué sueño tienes por cumplir en el baloncesto?


Yo voy día a día, mis sueños son diarios, son asequibles para mí. Mi sueño, cuando era una junior, era llegar a jugar en Estados Unidos y lo conseguí. Mi sueño en Estados Unidos era volver a España y jugar profesionalmente y lo conseguí. Ahora mismo mi sueño es seguir jugando al baloncesto al máximo nivel, llegar a jugar en competiciones europeas, una posible selección.

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